Pero dejando fantasías infantiles a un lado, los ángeles han estado representados en el arte desde que el hombre es hombre (o, quizá mejor dicho, desde que dios es dios) y están presentes en las tres religiones del libro. Seguidores de las modas, heredaron sus alas la mitología griega y cambiaron sus vestimentas conforme a los gustos de cada época, desde el uniforme militar del principio (no olvidemos que son el ejército de dios) hasta las túnicas con que todos nosotros solemos imaginarlos.
Edward Burne-Jones, Un ángel tocando el fagot (detalle), c. 1878.
Témpera y pintura dorada sobre papel, 74,9 x 61,2 cm.
The National Museums and Galleries on Merseyside, Liverpool.
Carlo Saraceni, Santa Cecilia y el ángel, c.1610.
Óleo sobre lienzo, 172 x 139 cm.
Palazzo Barberini, Galleria Nazionale d’Arte Antica, Roma.
Estas criaturas divinas han traspasado a todas luces el campo de la religión y ahora las tenemos por todos lados: postales de San Valentín, imanes para la nevera, series anime, canciones, e incluso anuncios de desodorante o de queso crema, por no hablar de la adaptación que la subcultura gótica ha hecho de su imagen, mezclándola con la de sus compañeros caídos para crear un infierno realmente atractivo (si El Bosco levantara la cabeza).
The Israel Museum, Jerusalem hospeda actualmente una exposición sobre estos seres celestiales en la que podrás apreciar las diferentes estéticas según la época y la religión a la que se adscriben; se podrá visitar hasta el 3 de noviembre de este año. Pero si no tienes tiempo, también puedes llevarte a estos bondadosos —o terroríficos—seres a casa en forma de ebook.
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